lunes, 23 de febrero de 2009

El prodigio del perdón


Caminamos sin tener un lugar a donde llegar, hablamos sin tener nada de que hablar, opinamos sin saber de que, creemos que vamos por la vida haciendo nuestra voluntad y nunca nos ponemos a meditar que es precisamente así, cuando le hacemos daño a las personas a nuestro al rededor.

Te voy a comentar un caso que me paso, en un trabajo me tope con gente nefasta, que criticaba mi forma de ser, difamandome, o atacando todo lo que hacia y decia, esto era sin que yo tuviera vela en el entierro, en una de esas situaciones me dije: ya basta, diente por diente, ojo por ojo, así que mes puse de tu al tu, ellos me hacían, yo les hacia, ellos me gritaban yo hacia lo mismo, creía que con eso me dejarían tranquilo, pero realmente no, el ambiente se torno muy conflictivo y claro era yo el del problema, mis superiores opinaban que era verdad que el conflictivo era yo, total que en esa situación acabo en un despido y por supuesto como ya no estaba ahí, las habladurías siguieron.

Todas esas emociones, se fueron acumulando en mi, al tal grado que comenzaron a presentarse dolores de cabeza, de espalda, colitis, gastritis, insomnio y una larga lista de molestias, y una cosa que también apareció fue el sentimiento de víctima, donde sentía que todos me atacaban, y me querían hacer daño, eso fue durante un largo periodo de tiempo, hasta el grado de ocasionarme bloqueos energéticos que repercutían en obstáculos en mis rituales, o planes mundanos.

Como te había mencionado antes en el reclamo a los dioses, tuve que tocar fondo, descalabrarme para darme cuenta que en realidad gran parte del problema estaba en mi, comenzar a trabajar esos sentimientos que no es nada fácil y mucho menos agradable.

Inicie con el perdón, algo fácil pero tan difícil de hacer, comencé por hablar como perico, sin sentir las cosas, pero poco a poco te vas liberando, realmente vas perdonando y sientes como si te liberaras de una gran carga que has llevado durante años, después el perdonarme a mi mismo, sin agredirme, sin atacarme, perdonando todos mis defectos o conflictos que hubiese tenido durante ese día, y así como duele cuando haces ejercicio, también al principio duele, porque mueves ese avispero que has tenido adormilado dentro de ti, hasta que poco a poco logras eliminar esas emosiones negativas, otras las enfocas de forma constructiva, dandote cuenta que mientras tengas ese rencor, coraje, le estas dando fuerza y poder a una persona que realmente no debería de tenerlo, y lo tiene porque así lo estas queriendo tu.

Para perdonar a la persona o pedirle perdón, no es necesario que le hables, si lo puedes hacer y ella te otorga ese perdón excelente, pero si no, pídelo mentalmente, visualiza a la persona que esta frente a ti, habla con ella saca todo lo que tienes, y después pídele o dale el perdón y veras como tu vida, tu energía cambia de forma asombrosa. Practicalo y veras las maravillas que suceden en tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario